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Evangelio de Lucas

P. Chester Beatty

Datos básicos
Autor Lucas Evangelista
Fecha 62 d. C.
Idioma Arameo
Abreviatura Lc
Números
Capítulos 24
Nombre
Más datos
Testamento Nuevo Testamento
Sección Evangelios
'Número de libro 3
Lapso de Tiempo 33 años
Eventos Importantes Concepción y nacimiento de Cristo
Bautismo de Jesús
La Tentación en el Desierto
La Predicación de Jesús
La Transfiguración
La Institución de la Eucaristia
La Pasión de Cristo
La Resurrección
Personas Importantes Jesús
María
Pedro
Juan Bautista

El Evangelio de Lucas o Evangelio según san Lucas es el tercero y el segundo más extenso de los cuatro evangelios canónicos del Nuevo Testamento despues del Evangelio de Mateo. Relata la vida de Jesús de Nazaret, centrándose especialmente en su nacimiento, ministerio público, muerte y resurrección. Termina con un relato de su ascensión.[1]

Datación[]

La fecha más probable del libro de Lucas-Hechos es de alrededor del 80 al 100 d. C. La atribución tradicional a Lucas Evangelista, el compañero de Pablo de Tarso, ha significado una fecha temprana para el evangelio, ahora rara vez presentada entre los eruditos críticos y no hay evidencia de que Lucas-Hechos aún se estuviera revisando sustancialmente bien entrado el siglo segundo. El autor tomó como sus fuentes del Evangelio de Marcos, la fuente Q y una colección de material llamado la fuente L.[2]

Argumentos para una datación tardía[]

La mayoría de los autores sitúan la composición de este evangelio en la década de los 80 d. C., debido a que suponen que Lc 21, donde se describe la destrucción del Templo de Jerusalén, acontecida el año 70, es una narración post eventum; es decir, que Lucas estaría poniendo en boca de Jesús una profecía que ya se había cumplido. Así, refiriéndose al Templo, Jesús dice:« llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea derruida» y,respondiendo a la pregunta de cuándo sucedería responde: «Cuando oigáis hablar de guerras y revoluciones, no os aterréis; porque es necesario que sucedan primero estas cosas, pero el fin no es inmediato» y «Se levantará nación contra nación y reino contra reino».

Sin embargo las dataciones más tardías tienen que explicar varios datos que parecen querer una datación anterior:

  • La presencia de este evangelio en el papiro P75 (hacia el año 200) y la mención del evangelio de Lucas que hacen Ireneo de Lyon y el Fragmento muratoriano hacia el año 180 es extraña si fuera de finales del siglo I; es poco tiempo para haberse difundido tanto.
  • La conclusión abrupta de los Hechos de los Apóstoles, segunda parte de la obra, donde, contrariamente a lo que se esperaría, no se narra la muerte de Pablo, parecería indicar que Pablo no habría muerto aún cuando se compuso. Pablo murió bajo Nerón hacia el año 64. Sin embargo quienes sostienen la datación tardía explican que Lucas este final abrupto es sólo aparente, pues Lucas querría demostrar que el Evangelio llegó hasta los confines de la tierra, y esto lo logra cuando Pablo llega a Roma. De modo que, aunque Pablo hubiese muerto, Lucas habría escrito este final.
  • La sección "nosotros" de los hechos: Si Lucas viajó con Pablo, en los años 50, no pudo sobrevivir demasiado tiempo al apóstol.
  • Parece que Lucas no conoce las cartas de Pablo, ya extendidas a finales del siglo I d. C. (como atestigua la segunda epístola de Pedro), pues si fuese así no daría datos que contrastan con éstas.

Argumentos para una datación temprana[]

Quienes ponen la composición de este evangelio mucho antes (Vf. Robert Lisle Lindsey; David Flusser; J. B. Orchand; B.Reicke; J. A. T. Robinson) se basan en los siguientes argumentos:

1. Algunos autores (C. C. Torrey; C. H. Dodd) exponen que Lucas 21 no da ningún detalle histórico de la destrucción de Jerusalén, sino que toma todas las imágenes del Antiguo Testamento (Jer 21; Zc 12; 14; Esd 9; Sal 79; Ez 40–48; etc.).

Así, en algunos de estos pasajes citados,también se dice:

  • «Judá será sitiada, lo mismo que Jerusalén, y todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella» (Zac 12).
  • «Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén. La ciudad será tomada, las casas serán saqueadas y violadas las mujeres» (Zac 14).

También Ezequiel, en el contexto de la toma de Jerusalén por Nabucodonosor II, describe Jerusalén sitiada (cap. 24) y su toma (cap. 33), aportando descripciones que pudieron haber sido tomadas por Lucas.

En esta misma línea argumental, se dice que de tratarse de una profecía posteventum podría haberse enriquecido la descripción aludiendo, por ejemplo, al fuego, pues el Templo fue incendiado.

2. La destrucción de Jerusalén y de su Templo es profetizada en Daniel 9:26:«...se quitará la vida a un ungido y no le quedará nada y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario».

3. Otros personajes, como Jesús, el hijo de Ananías, también predijeron la destrucción del Templo, según Flavio Josefo en su Guerra de los Judíos VI, 300-309.

4. Ni el Evangelio de Lucas ni los Hechos de los Apóstoles mencionan el cumplimiento de esta profecía, lo que supone un indicio de que el Templo no había sido destruido en el momento de escribirse, especialmente si se considera que en las profecías post eventum se describe su cumplimiento, como en Juan 21:18–19 (profecía post eventum sobre la muerte de Pedro) y en Hechos 11:28 (probable profecía post eventum de un periodo de hambre que aconteció con Claudio).

5. Las recomendaciones de Jesús de huir a las montañas de Judea no fueron seguidas, pues los cristianos de Jerusalén huyeron a Transjordania.

6. Los Hechos de los Apóstoles, del mismo autor y presentado en el prólogo como segunda parte del Evangelio de Lucas, finaliza con Pablo sometido a arresto domiciliario en Roma, lo cual ocurrió el año 62. Por ello, es lógico pensar que Hechos fue escrito hacia ese año y, dado que se escribió como segunda parte del evangelio de Lucas, éste tendría que haber sido escrito algún tiempo antes, quizás a finales de los años 50 o inicios de los 60. Este argumento cobra más fuerza cuando se considera que una tercera parte de Hechos narra el arresto y proceso de Pablo, lo cual hace más extraño aún el que no se narre su muerte si ya hubiese acontecido.

7. En el capítulo 8 de la Segunda Epístola a lo Corintios, escrita en un arco que oscila entre el año 54 y el año 57, se alude a que Pablo envió a Corinto a Tito y «al hermano, cuyo renombre a causa del Evangelio se ha extendido por todas las Iglesias» y que «fue designado por elección de todas las Iglesias como compañero de nuestro viaje».

Algunos eruditos como Julián Carrón Pérez y José Miguel García Pérez, pertenecientes a la escuela exegética de Madrid, en su libro Cuándo fueron escritos los Evangelios, interpretan que el «hermano» que acompañó a Tito, famoso por su proclamación del Evangelio, fue Lucas y que la proclamación del Evangelio sólo podía realizarse llevando consigo un libro que contuviera el Evangelio.

Argumento sobre el origen arameo de Lucas[]

  1. Es posible que la carta fuese dirigida a Teófilo ben Anás; sumo sacerdote saduceo entre los años 37-42 d. C., cuñado de Caifás. Es decir, si el Teófilo de Lucas fuese Teófilo ben Anás, la carta iría dirigida a los judíos saduceos, y no a los gentiles, como reza la tradición popular.
  2. Ciertos datos internos nos aseguran que la carta iba dirigida a un sacerdote o eminencia judía (no gentil), entre ellos, que se presuponen conocimientos avanzados del judaísmo (por ejemplo los cambios de turnos de los sacerdotes [Lc 1:8-9]), que se enfatizan las profecías del Tanaj, y que se muestra a Jesús y a cuantos le siguen como piadosos y devotos practicantes de la Torá de Moisés; si Teófilo no fuese judío, para él no tendría ningún valor una prédica de un Mesías profetizado en el Tanaj que cumple con la Torá de Moisés.
  3. Aunque existe el detalle de que el griego de Lucas parece más clásico que el Koine común de los evangelios, el griego del historiador Josefo era mucho más elaborado que el de Lucas, y sin embargo él mismo declaró en sus escritos que el idioma orginal de su obra fue el hebreo(Antíquites, prefacio).
  4. Según los restos arqueológicos encontrados, los fragmentos más antiguos de Lucas en el idioma griego son el papiro 75 y el papiro 4, que datan aproximadamente del año 200 d. C. Pero aún más antiguo que estos, es el que cita un pasaje de Lucas en idioma arameo, llamado 4Q246, que por cierto, es la cita más antigua conocida de los evangelios. Dicho fragmento data de antes de la destrucción del Templo (es decir, antes del año 70 d. C), y cuadra con la fecha en la que termina el relato del libro de los Hechos (el arresto de Pablo en Roma; en el año 62 d. C.). Por consiguiente, teniendo en cuenta todos éstos datos históricos e internos, y que la Peshita y la vieja Siríaca (siglo IV) compiten contra la antigüedad de los manuscritos griegos, muchos están comenzando a aceptar en la actualidad que el idioma original fue el arameo.

Finalidad[]

Su evangelio tiene una finalidad pastoral: su intención es la profundización de la fe, mostrando a Cristo como el Salvador de hombres y mujeres, resaltando su espíritu de misericordia.

Género[]

Aunque el evangelio se considera en sí un género literario, la obra de Lucas puede también enmarcarse, por lo que él mismo dice, dentro de la historiografía helenística. Lo que lleva a pensar así es la presentación que el autor hace en el prólogo:

  • Ha investigado (παρακολουθέω).
  • Los hechos (πράγματα).
  • Pretende hacer una narración (διήγησις); no habla, como Marcos, de εαγγέλιον.
  • La crítica de la redacción nota que, cuando corrige a Marcos, frecuentemente no es sólo por mejorar el griego, sino para acercar más el texto al género histórico.
  • En algunos momentos pone una datación sincrónica, como al inicio del Evangelio (Lc 1, 5), al inicio del capítulo 2 y al inicio del capítulo 3. Esto es una convención historiográfica que Lucas respeta.
  • Usa discursos en boca de personalidades importantes para explicar el contenido de algunos hechos (otro recurso que se usaba en la historiografía grecorromana).

Autoría[]

El evangelio es anónimo, puesto que no está firmado. Es aceptado casi unánimemente que fue escrito por el mismo autor de los Hechos de los Apóstoles, pues ambas obras están dedicadas a un mismo personaje, un tal "Teófilo", de quien se ignora si es un personaje real, un nombre simbólico (Teófilo quiere decir 'amigo de Dios') o un pseudónimo. El autor del libro de los Hechos, además, hace en su prólogo referencia a una obra precedente. Se ha subrayado además la homogeneidad de estilo y de pensamiento de estos dos libros.

El evangelio ha sido atribuido tradicionalmente a Lucas, el «médico querido» al que alude Pablo de Tarso en su Epístola a los Colosenses. La atribución a Lucas de entre todos los discípulos de Pablo se basa en parte en que su Evangelio es el que utiliza más términos médicos. De ahí el nombre con el que es generalmente conocido. Según la tradición, aunque Lucas nunca conoció a Jesús, tras su conversión al Cristianismo viajó a Roma, donde conoció a Pedro y Marcos. También conoció a [[[María de Nazaret||María]], la Madre de Jesús. Esto le permitió narrar en su Evangelio, numerosos hechos de la infancia de Jesús (como la Presentación del Niño en el Templo) y muchos detalles de María (como la visita que hizo a Isabel y su cántico: el Magníficat).[1]

Estructura[]

Siguiendo el prefacio del autor dirigido Teófilo y los dos relatos del nacimiento de Juan el Bautista y Jesús,el evangelio se inicia en Galilea y se mueve gradualmente a su clímax en Jerusalén. Otras fuentes suelen combinar las tres últimas secciones se describen aquí,dando una estructura de seis partes.

  1. Un breve prefacio dirigido a Teófilo declarando el objetivo del autor.
  2. Nacimiento e infancia: narraciones del nacimiento de Jesús y Juan el Bautista, interpretado como el amanecer de la era prometida de salvación de Israel.
  3. Preparación para la "misión mesiánica: la misión profética de Juan, el bautismo de Jesús y la prueba de Jesús.
  4. El comienzo de la misión de Jesús en Galilea y la recepción hostil.
  5. La sección central: el viaje a Jerusalén, donde Jesús sabe que debe cumplir su destino como profeta y mesías de Dios.
  6. Su misión en Jerusalén, que culminó en la confrontación con los líderes del Templo judío.
  7. Su última cena con sus discípulos más íntimos, seguido de su detención, el interrogatorio y la crucifixión.
  8. Validación de Jesús de Dios como Cristo: Eventos de la primera Pascua a la Ascensión, que muestra la muerte de Jesús para ser divinamente ordenados, de acuerdo tanto con la promesa bíblica y la naturaleza de su mesianismo, y anticipándose a la historia de los Hechos.

La estructura paralela de Lucas-Hechos[]

La estructura de los Hechos es paralela a la estructura del evangelio, lo que demuestra la universalidad del plan divino y el cambio de autoridad de Jerusalén a Roma.

El evangelio - los actos de Jesús:

  • La presentación del niño Jesús en el Templo de Jerusalén.
  • Cuarenta días de Jesús en el desierto.
  • Jesús en Samaria.
  • Jesús en la Decápolis.
  • Jesús recibe el Espíritu Santo.
  • Jesús predica con el poder del Espíritu.
  • Jesús sana a los enfermos.
  • Muerte de Jesús.
  • Los apóstoles son enviados a predicar a todas las naciones.

Los Hechos de los Apóstoles:

  • Jerusalén
  • Cuarenta días antes de la Ascensión.
  • Samaria
  • Asia Menor
  • Pentecostés: los seguidores de Cristo reciben el espíritu.
  • Los apóstoles predican con el poder del espíritu.
  • Los apóstoles sanan a los enfermos.
  • La muerte de Esteban, el primer mártir de Cristo.
  • Pablo predica en Roma.

Lucas-Hechos[]

El evangelio de Lucas y los Hechos de los Apóstoles constituyen una obra en dos volúmenes que los estudiosos llaman Lucas-Hechos. En conjunto, representan el 27, 5% del Nuevo Testamento, la mayor contribución de un solo autor, que proporciona el marco para el calendario litúrgico de la Iglesia y el esbozo histórico en el que las generaciones posteriores han montado su idea de la historia de Jesús.

El autor no se nombra en cualquier volumen. De acuerdo con una tradición de la Iglesia que data del siglo II, fue el Lucas nombrado como compañero de Pablo en tres de las cartas atribuidas a Pablo; este punto de vista es todavía aceptado, pero un consenso crítico destaca las innumerables contradicciones entre el relato de los Hechos y las cartas paulinas auténticas. Fue educado, un hombre de medios, probablemente urbano, y alguien que respeta el trabajo manual, aunque no es un trabajador manual; esto es significativo, debido a que los escritores de la época despreciaban a los artesanos y gente de negocios pequeños que componían la primera iglesia de Pablo y eran presumiblemente audiencia de Lucas.

Teología[]

Historia de la salvación[]

La teología de Lucas se expresa principalmente a través de su trama general, la escenas, los temas y personajes combinados para construir su visión. Su historia de la salvación se extiende desde la Creación hasta la actualidad de sus lectores, en tres edades: primero, la Ley y los Profetas, el período que comienza con el Génesis y termina con la aparición de Juan el Bautista; segundo, la época de Jesús, en la que el Reino de Dios fue predicado y, finalmente, el período de la Iglesia, que se inició con Cristo resucitado subiendo al Cielo y terminaría con su segunda venida.

Cristología[]

La comprensión de Lucas acerca de Jesús es el centro de su teología. Una muestra de esto son los títulos que Lucas da a Jesús: éstos incluyen, pero no se limitan, a Cristo o Mesías, Señor, Hijo de Dios y el Hijo del hombre. Otra es mediante la lectura de Lucas en el contexto de cosas similares grecorromanas sobre el Divino Salvador (los emperadores romanos son un ejemplo), las referencias que se han hecho claro a los lectores de Lucas es que Jesús era el mayor de todos los salvadores. Una tercera es a través de su uso del Antiguo Testamento, esos pasajes de las escrituras judías que cita para establecer que Jesús es el Mesías prometido.

Mientras que mucho de esto es familiar, mucho no se encuentra, por ejemplo, Lucas no hace ninguna referencia clara a la preexistencia de Cristo o de la unión de los cristianos con Cristo, y hace relativamente poca referencia al concepto de expiación: tal vez no sentía la necesidad de hablar de estas ideas o no estaba de acuerdo con ellas o tal vez simplemente estaba al tanto de ellos.

El Espíritu Santo, la comunidad cristiana y el reino de Dios[]

El Espíritu Santo juega un papel más importante en Lucas-Hechos que en los otros evangelios, pero no está claro lo que esto significa. Algunos estudiosos han argumentado que la participación del Espíritu en la historia de Jesús es paradigmática de la experiencia cristiana universal, otros que la intención de Lucas era hacer hincapié en la singularidad de Jesús como el profeta de la era final en cuyo caso no puede ser visto como un modelo para cristianos posteriores. Es claro, sin embargo, que Lucas entiende el poder capacitador del Espíritu, expresada a través de la comunión no discriminatorio, que es la base de la comunidad cristiana. Esta comunidad también puede entenderse como el Reino de Dios, aunque la consumación final del reino no se verá hasta que el Hijo del Hombre venga en una nube en el fin de los tiempos.

Comparación con otros escritos[]

Los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas comparten mucho en común por lo que son llamados los sinópticos, lo que significa que a menudo cubren los mismos hechos en un lenguaje similar y a veces idéntico. La opinión mayoritaria entre los estudiosos es que Marcos fue el primero de los tres y que Mateo y Lucas utilizan tanto este trabajo y la fuente Q como sus fuentes básicas. Lucas ha ampliado al evangelio de Marcos y corrigido su gramática y su sintaxis. Algunos pasajes de Marcos se han eliminado por completo, sobre todo la mayor parte de los capítulos 6 y 7, que al parecer se reflejaban mal a los discípulos y pintaban demasiado a Jesús como un mago. A pesar de esto, sigue la trama con mayor fidelidad que hace Mateo y tiene algunos paralelismos inexplicables con el Evangelio de Juan. Lucas usa los términos "judíos" e "israelitas" de una manera diferente a los otros, como Juan; las figuras de María y Marta, así como una persona de nombre Lázaro (aunque Lázaro de Betania y el Lázaro de la parábola no suele considerarse como la misma persona) sólo se encuentran en Lucas y Juan y en el arresto de Jesús, sólo Lucas y Juan aclaran que la oreja derecha del siervo fue cortada (hay varios de esos pequeños detalles que sólo se encuentran en Lucas y Juan).[2]

Referencias[]

  1. 1,0 1,1 Esta página utiliza contenido de Wikipedia (ver autores) con licencia Creative Commons.
  2. 2,0 2,1 Esta página utiliza contenido de Wikipedia (ver autores) con licencia Creative Commons.
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