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La lectura de la Biblia es empaparse de la palabra de Dios y comprenderla.

Razones para leer la Biblia

Al principio puede hacerse difícil leer la Biblia todos los días. Pero después se vuelve un hábito que despeja la mente y ayuda durante el día.

La Biblia es un libro que muchos comienzan a leer, después de algunos capítulos lo dejan de lado por no comprender casi nada y dicen que la Biblia les resulta difícil. Es un libro tan largo y, a veces, difícil especialmente para los que saben poco de historia y geografía, y no tienen la costumbre de ubicar lo que leen en su propio contexto.

Hay que juntar la fe, la oración y la devoción con el estudio. Leer la Biblia sin una adecuada preparación es tentar a Dios y hay que prepararse para leerla. Si no, puede suceder cualquier cosa. Siempre ha sido difícil la iniciación a la lectura de la Biblia y exige de nosotros paciencia, humildad, serenidad y una cierta disciplina intelectual.

He aquí algunas razones para estudiar la Biblia y tener un motivo para iniciar su lectura.

  1. Conocer a Dios: Si no se hubiera dado a conocer, nunca lo encontraríamos y todo el mundo estaría adorando a dioses imperfectos como el mujeriego de Zeus y no todopoderosos como Odín que tuvo que colgarse de cabeza por nueve días con sus noches y sacrificar un ojo para adquirír conocimiento. Los hombres por naturaleza son religiosos y buscan a Dios, pero solo lo hallan cuando Él se da a conocer y prueba de ello es Buda, Ajenaton y Zoroastro.
  2. Conocerse uno mismo: La Palabra de Dios penetra hasta lo mas profundo del alma, el espíritu y la mente. Leerla permite conocerse a fondo, pero no desde la óptica humana de juicio y condena, sino desde la mirada esperanzadora y misericordiosa de Dios.
  3. Recibir luz: Leyendo la Biblia se encuentra consuelo, paz, respuesta a las inquietudes, una aclaración de los sucesos de tu vida, exhortación, llamado de atención y mucho más.
  4. Dialogar con Dios: Muchos creen que orar es hable que hable con Dios y que solo uno dice cosas. Pues bien, Él contesta casi siempre sin palabras y pocas veces en profecía; pero si se quiere oír sus palabras, la Biblia contiene esas palabras.
  5. Participar de la reflexión y oración de toda la Iglesia: Cuando se lee los textos que se proclaman cada día en Misa o en la Liturgia de las Horas, se une a millones de católicos en todo el mundo que en ese mismo momento están leyendo,escuchando, reflexionando, orando con esas mismas palabras. Leer así la Palabra permite participar activamente en la unidad y universalidad de la Iglesia
  6. Situarse dentro de la historia de la salvación: Leyendo la Biblia se descubre el papel de cada uno en la historia de salvación y lo que tiene que hacer en ella. Así se descubre el valor propio y que Cristo quiere que haga su parte en esta historia.
  7. Conocer, comprender y amar a la Iglesia: Leyendo la Biblia se comprende que la Iglesia viene de Dios y que formamos parte de algo grande. Así se puede amarla y evitar caer en el error entendiendo que, aunque este formada por seres humanos susceptibles de fallar, es conducida a través de la historia, por el Espíritu de Dios. No se sigue a hombres sino a Cristo y se ve que uno de los papeles de la historia de salvación es imitar a Cristo.
  8. Anunciar la Buena Nueva: Leer la Biblia permite cumplir el mandato de Jesús de ir por todo el mundo a anunciar la Buena Nueva. Sólo si se conoce la Escritura se puede compartir Su luz con otros. No solo con palabras se predica sino que también con la vida entera y cada acción en particular.
  9. Conocer y defender la fe: Conocer la Biblia permite enfrentar a quienes atacan la fe católica y responderles no sólo con caridad sino con argumentos sólidos.
  10. Liberarse del Infierno: Conociendo que el Infierno existe y que es horrible y eterno, se quedrá librarse del él y la Biblia explica como hacerlo.

Cosas necesarias

Lo que se necesita para un estudio serio de la Biblia es la influencia del Espíritu Santo en primer lugar, buena disposición y un corazón humilde que desee aprender.

En cuanto a los materiales necesarios para ello aparte de una buena versión de la Biblia son:

  • Un libro de concordancias: Algunas Biblias tienen concordancias que podrían servir para empezar, pero es mucho mejor un libro de concordancias serio. Dos buenos libros de concordancias son la Exhaustiva de Strong y la Concordancia Analítica de Young.
  • Un diccionario bíblico: Estos diccionarios suelen explicar el significado de las palabras de la Biblia dentro de su contexto, y son como una especie de enciclopedia que contiene explicaciones sobre lugares, cultura, pesos y medidas, etc.
  • Libros del cristianismo primitivo: Estos sirven para comparar lo que has encontrado con la doctrina original y ver si se es sincero o no.
  • Libreta: Es útil para llevar registro y apuntar cosas para investigarlo más adelante.
  • Diccionario común: Es útil para buscar palabras que no entiendas.

¿Cómo leer la Biblia

  1. Separar un momento de cada día para leer la Biblia, procurando que sea en la misma hora. Procurar que tal hora no interfiera con otras cosas y pida la guía de Dios.
  2. Procurar leer la Biblia en un lugar tranquilo y cómodo.
  3. Estudiar la Biblia adoptando una actitud de orante.
  4. Seleccionar un capítulo y examinarlo. Se puede usar las preguntas para examinar un capítulo.
  5. Leer el pasaje y no aislarlo del texto y contexto.
  6. Repasar el pasaje y preguntarse que enseñansas se han hallado. Ser honesto y no buscar lo que se desea oír.
  7. Si un versículo llama la atención y se desea memorizarlo marcarlo o escribirlo.

Examinar pasaje

Para examinar el pasaje que se va a leer, se podría hacer las siguientes preguntas y ver que resulta. Estás preguntas son sugerencias y nada más.

  1. ¿De qué clase de libro es tomado?
  2. ¿Cuál es el enfoque del libro?
  3. ¿Hay alguna palabra o frase que se repite a menudo?
  4. ¿Quienes son mencionados?
  5. ¿Hay una causa y efecto en el texto?
  6. ¿Hay comparaciones y constrataciones?
  7. ¿Qué ha aprendido de Dios en el pasaje?
  8. ¿Qué ha aprendido del ser humano en el pasaje?
  9. ¿Qué ha aprendido de los seres espirituales en el pasaje?
  10. ¿Es un capítulo largo o corto?
  11. ¿Cuantos versículos hay en el capítulo?
  12. ¿Hay algo que no entiendes?

Edición de la Biblia

Muchas personas se preguntan cómo conseguir una buena edición moderna de la Biblia Católica. Hoy existen muy buenas Biblias católicas; se recomienda la Biblia de Jerusalén, la Biblia Latinoamericana y otras.

Da pena ver gente ansiosa de conocer la Biblia y lo hace con ediciones demasiado antiguas, incluso incompletas, sin introducciones, ni comentarios; o con ediciones de bolsillo que está bien para llevarlas a un paseo pero no para hacer estudios serios con ellas.

No importa si la Biblia ha sido traducida del latín en lugar del griego y hebreo original.

Una Biblia de uso personal

Conviene que cada persona tenga su propia Biblia en la que libremente vaya subrayando los textos más importantes o más significativos en relación con la vida de fe, con el seguimiento de Cristo, con la vida de oración, de evangelización, etc. E incluso uno va poniendo anotaciones personales, inquietudes originadas de la propia reflexión y experiencia pastoral, apuntes tomados de cursillos, retiros, libros... Sólo así se aprenden las cosas, y con gusto.

Conocer bien su Biblia

Es decir, antes de estudiar el texto sagrado, hay que echar un vistazo general a la edición de la Biblia; ver qué dicen los editores sobre el manejo del libro, ver cómo se citan los libros, qué introducciones hay, qué notas, mapas, o temas especiales, etc... Esto puede ahorrar mucho tiempo y trabajo. No hay por qué anotar en cuadernos o papelitos cosas que ya están muy bien puestas en las notas más importantes.

Así por ejemplo, la Biblia Latinoamericana pone una especie de introducción muy buena, titulada: «¿Qué hubo en el mundo antes de la Biblia?». También tiene un «Indice del Evangelio» bien práctico y una serie de temas breves con el título de «La enseñanza bíblica» que pueden ayudar mucho. Además hay otros temas.

La Biblia de Jerusalén, entre tantas cosas excelentes, trae casi al final una sinopsis cronológica muy útil para ubicar los acontecimientos bíblicos dentro de la historia, de la geografía y de las otras culturas relacionadas con la Biblia. La Nueva Biblia Española tiene, al final, un vocabulario bíblico teológico muy bueno. Cada uno debe familiarizarse bien con su propia Biblia.

Leer y estudiar las Introducciones

Es muy conveniente leer las Introducciones que se ponen a cada libro o a los diversos grupos de libros. Casi todas las Biblias modernas católicas tienen muy buenas introducciones. La Biblia de Jerusalén es excelente en este punto y es la que ha inspirado casi todas las ediciones posteriores de la Biblia. Algunas personas se dedican primero a leer y estudiar todas las introducciones de cada libro y luego comienzan la lectura del texto bíblico mismo. Es lo mejor.

Meditación de la Biblia

Después de haber leído la introducción de un libro, se comienza a leer el texto mismo. No se debe apresurar en leer todo de una vez. Hay que leer con atención y respeto, abriendo el corazón a lo que Dios quiere expresar. Subraya o anota los textos que impacten.

En la primera lectura del texto, conviene leer siempre las notas explicativas que se encuentran debajo del texto bíblico. Estas notas explicativas y los comentarios van a clarificar la comprensión de los textos bíblicos más difíciles. Son explicaciones escritas por especialistas y hay que tratar de entenderlas y, normalmente, han de ser aceptadas con confianza. Muchas personas, por no leer atentamente las notas explicativas quedan sin comprender un texto en su contexto propio, sin comprender los diversos estilos y doctrinas, y luego abandonan la lectura por aburrimiento.

Los cursillos bíblicos intensivos, con un buen profesor, pueden ayudar mucho y quizás sean imprescindibles para comprender ciertos problemas y notas técnicas. Hay que tratar de organizar la vida de tal manera que todos los días encuentre un momento de 5 a 10 minutos para la Biblia. Busca un lugar tranquilo. Hay que leer sistemáticamente, no saltando de una parte a otra, ni abriendo el libro al azar. Nunca se debe leer la Biblia para satisfacer la curiosidad o sólo para saber más, sino para indagar lo que Dios quiere decir. Pues la Biblia es la Palabra de Dios, es la carta que Él envía a sus hijos. En la Biblia no se busca ciencia, sino sabiduría. No hay que tener miedo de subrayar y poner anotaciones en la Biblia. La Biblia no es un libro para guardar, sino para ser leída. Dice San Jerónimo: «No debes retirarte al descanso nocturno sin haber llenado tu corazón con una pequeña parte de la Palabra de Dios».[1]

Itinerario de lectura

Es recomendable empezar con el Evangelio de Juan desde el versículo uno hasta el último. Ya que el apóstol Juan fue uno de los discipulos más cercanos a Jesús y en su evangelio se resume toda las Escrituras. Una vez terminado este libro es buena idea continuar con las cartas de Juan y regresar a los evangelios de Lucas y de Mateo que tienen más información de la historia de Jesús y María. Para acabar con los Evangelios termina con el Evangelio de Marcos que es el primero de los cuatro en ser escrito.

Para continuar es buena idea seguir con las cartas a los Romanos hasta la de los Colosenses en donde se expone la doctrina cristiana desde la perspectiva de Pablo y también la Epístola a los Hebreos en donde se explica con más detalle de la relación de Cristo con el Antiguo Testamento. Luego seguiría las cartas desde I Timoteo a Filemón en donde se menciona las reglas de ordenación de ancianos, diaconos, etc. y de la conducta cristiana.

Luego seguir con las cartas universales que hablan de los falsos maestros y como identificarlos, además de que se aclara algunos puntos en que se malinterpreta a Pablo. Ahora sí seguír con las cartas a los Tesalonicenses y abordar algo más sobre las falsas doctrinas conociendo al hombre malvado.

En cuanto al Apocalipsis hay que dejarlo para más adelante, para cuando se ha familiarizado con los profetas mayores y menores.

Ahora ir al Antiguo Testamento, si se ha leído los libros del Nuevo Testamento, el Antiguo Testamento tendrá más sentido y, paradojicamente, si se lee el Antiguo Testamento, el Apocalipsis tendrá más sentido. Empieza por el Génesis hasta terminar con Ester y Tobías. Aquí se leerá la Ley y la historia del pueblo judío relacionada con esta así como los beneficios de obedecerla y las consecuencias de desobedecerla.

Ahora sí, sigue con Job hasta Eclesiástes y continua con los profetas mayores y luego con los menores. Aquí se ve el mensaje de Dios a su pueblo por medio de sus profetas, sus amonestaciones, amenazas, promesas y cosas futuras para los judíos y las naciones. Continua con los libros de los Macabeos, Sabiduría y Eclesiástico. Para acabar el Antiguo Testamento sigue con Baruc, las partes deuterocanonicas de Ester y Daniel si aún no las has leído y Cantares.

Para finalizar la lectura de la Biblia lee el Apocalipsis y ya se ha hecho. Es recomendable leer un salmo cada vez que se empiece o se acabe la lectura del día. Cuando se llegue al salmo 119 (118), hay que leerlo en trozos para no perder tiempo o aburrirse. Se puede guiarse con el espacio entre párrafos o apuntar el verso en que se terminó hasta acabar o leer sola una página de dicho salmo.

Consejos útiles

Hablar con un guía espiritual personal o con una persona que conosca bien la Biblia y que sea buen cristiano. Plantearle preguntas y dudas acerca de lo que se lee y pide sugerencias para mejorar la comprensión lectora sobre ciertos pasajes o libros. Se puede apartar tiempo para leer ciertas secciones con él o ella y sacarle mayor beneficio a la lectura. Hay que asegurarse de que las respuestas que obtenga sean bíblicas y no solamente simples filosofías. Si se tiene dudas en cuanto a la fe, el guía espiritual puede dirigirle a pasajes que contesten sus dudas. Habla de lo que le preocupe. Si se encuentra difícil explicar la fe a los no creyentes, su guía debería ser capaz de sugerir pasajes concretos que contesten esos asuntos en particular.

Si se tiene dudas y no se tiene una persona de confianza para que explique, se puede leer sitios apologeticos católicos y contactar apologetas expertos si se utiliza redes sociales.

Advertencias

No hay leer lo que dicen todos los expertos sobre un tema de la Biblia. Se encuentran opiniones contrarias, pues confunden. Se debe ser como los Bereanos, y comparar todo lo que se oiga con lo que dicen las escrituras, haciéndo preguntas y buscando la respuesta en la Biblia (Hch 17:11). Dejar que la Biblia se explique a sí misma. El autor (Dios) iluminará y ayudará a comprenderla.

La Biblia no fue escrita en Español, sino en Hebreo, Arameo y Griego Koiné. Esto significa que algunas palabras y conceptos no son traducciones directas, sino que los traductores han intentado captar la idea y el sentido del pasaje. Algunas traducciones son literales, y otras solo funcionales. Hay que lee la Biblia con una mente abierta, con oración, consultar con otras personas, y siempre tratar de comprender lo que quiere decir el pasaje sin prejuicios.

Algunas veces, la ciencia o el sentido común parece que esta en conflicto con lo que se lee en la Biblia. Si ocurre esto, hay que tener cuidado de no sacar conclusiones precipitadas; la interpretación personal de la Biblia puede nunca ser perfecta. Por eso no se debe tratar de interpretar la Biblia. Hay que encontrar el pasaje que resulta difícil de entender y estudiar con cuidado el contexto y el sentido real del relato. Normalmente, serán las propias ideas preconcebidas lo que están oscureciendo el pasaje, así que hay que intentar encontrar un significado alternativo que satisfaga las dudas y concuerde con el resto del estudio. Si todavía no se esta seguro de entenderlo, preguntar a alguien que conozca bien la Biblia. Si no se queda satisfecho, tener en cuenta que sea cual sea la conclusión a la que se llegue, tiene que concordar con el resto de la Biblia. La parte que no se entienda, quizá está más clara en otro pasaje distinto.

Siempre hay que asegurarse de que su comprensión de un pasaje que se ha leído encaje con toda la doctrina de la Biblia; cualquier revelación que se obtenga y que no encaje con la doctrina de Jesús debe desecharse. También se debe observar los años de la historia de la Iglesia para comparar los hallazgos con dicha historia. Si se descubre algo con lo que todos en la historia de la Iglesia desacuerdan, lo más probable es que sea erróneo. Los herejes no proceden con cuidado, sino que van por delante pensando que son los nuevos profetas.

Una vez que se ha leído la Biblia completa al menos una vez, con la ayuda de un buen profesor, leer una guía del laico de hermenéutica y apologética. Esto ayudará a responder las preguntas que han ido surgiendo durante el estudio la primera vez.

Para sacar lo mejor de la Biblia, intentar no elegir y leer ciertos versículos, dejando de lado otros. Intentar leer la Biblia entera de principio a fin. De esta manera se tendrá una mejor comprensión del contexto bíblico y de lo que la Biblia realmente enseña en su totalidad.

Referencia

  1. P. Paulo Dierckx y P. Miguel Jordá. «Tema 20». Caminando con Jesús. Consultado el 24 de febrero de 2019.
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